Love Bites {Historia del Rol}

{ Nuestra historia comienza tras el secuestro de Elena por parte de Rosemarie y Trevor }

Elena ha vuelto a su hogar, sana y salva. Pero nada ha vuelto a ser igual. Puede sentirlo, lo sabe. Después de haber sido rescatada por los hermanos Salvatore, y de haber roto definitivamente su relación con el menor de ellos, Stefan, Elena se ha dado cuenta de que las cosas... han cambiado. Ella no es la misma de antes. Ya nada es lo mismo. Especialmente en su interior. Así es; no es ningún secreto que hace ya tiempo que Damon Salvatore profesa un gran amor hacia la humana. Lo que resulta realmente sorprendente... es que ahora parece corresponderle. Ignorando todo precedente, la joven Gilbert, la réplica de Petrova, ha comenzado a sentir algo más que mera amistad por el vampiro de los ojos azules. Mucho amor, y también culpa, sabedora de que no puede dar un paso en falso habiendo roto la relación con Stefan hace tan recientemente.

Por su parte, Stefan Salvatore tampoco lo ha tenido nada fácil. Días oscuros, oh sí, se avecinaron para él. Sin embargo, un faro parece haber vuelto a encenderse en su vida. Sentimientos que llevan años sepultados vuelven a salir a flote. ¿De qué estamos hablando?
Katherine Pierce, Katerina Petrova. Después del baile de máscaras de los Lockwood, fue encerrada en la tumba de los vampiros. Una noche, Stefan bajó a verla con el objetivo de averiguar cómo sonsacarle más información acerca de los Originales, ahora que sabía que estos vendrían a por Elena. Katherine se mostró esquiva y no se predispuso a soltar prenda, como era de esperar. Sin embargo, se mostró dispuesta a negociar su libertad a cambio de información. Tan desesperada se mostraba la vampiresa que, incluso, se ofreció a ayudar a proteger a Elena. Stefan no supo cómo reaccionar. Una parte de él deseaba fervientemente liberarla. ¿Por qué? ¿Acaso podía estar volviendo a sentir algo por la vampiresa? Desde luego, Katherine continuó asegurándole por activa y por pasiva lo que sentía. Pero, ¿podía fiarse de ella?

Con todo, Stefan tenía que reconocer que Katherine, en aquellos momentos, les resultaba más útil libre que encerrada. Fue por ello que no dudó en pedirle un favor a Bonnie, un favor que ella se negó a llevar a cabo. La bruja ni siquiera estuvo dispuesta a escucharlo. ¿Liberar a Katherine? Debía estar loco. Pero hubo otra persona que sí le escuchó: la misma Elena. La humana se olía algo... ¿Sería posible? No estaba segura. Pero fueran cuales fueran las razones de Stefan, él quería liberar a Katherine, y ella iba a ayudarlo. El problema real iba a ser... ¿cómo?

La respuesta a esta pregunta no se hizo esperar. Elijah Rumsfeld, uno de los vampiros Originales, hizo una visita a la humana, en busca de negociar. El pacto era fácil: ella se limitaba a esperar el momento oportuno para entregarse como el sacrificio, y él protegería a todos sus seres queridos con ayuda de su hechicero, Jonas Martin. Elena, además, decidió negociar una condición más: Elijah debía liberar a Katherine Pierce. En un principio, Elijah se negó, obviamente. Pero tras escuchar a la humana, observó que esta no aceptaría ningún trato de no cumplir con tales condiciones, por lo que se vio obligado a acceder. Katherine Pierce quedó libre de nuevo. No se escapó de Mystic Falls, como Damon o Bonnie aseguraron que haría, sino que se quedó en el pueblo, tal y como le había prometido a Stefan. Ya de paso, se instaló en la Mansión Salvatore, algo que podrá traer a los hermanos multitud de problemas. ¿Podrá Katherine tranquilizarse y aprovechar la oportunidad de oro que se le presenta para reconquistar al menor de los Salvatore? Quizá ahora las cosas funcionen de otra manera, pero la vampiresa no olvida los prejuicios que Stefan tiene hacia ella, y es consciente de hasta qué punto las cosas van a complicársele. Pero Katerina es paciente. Y él le ha liberado de la tumba. Algo tiene que significar, ¿no?

Pero dejemos de hablar del cuarteto. Tampoco se libran de problemas las mejores amigas de Elena, Bonnie y Caroline. Bonnie, la bruja descendiente de Emily Bennett, se encuentra ante un dilema: Jeremy Gilbert. Está empezando a sentir algo muy fuerte por él, pero... es el hermano pequeño de Elena. Además, también se encuentra Luka que, a pesar de guardarle ciega lealtad a Elijah, le comprende como ninguno.
¿Y Caroline Forbes? La vampiresa neonata también carga con un problema sentimental: tiene el corazón partido en dos. Por un lado, Matt Donovan, su amor platónico, ese chico tan guapo del que siempre estuvo enamorada. Un humano, un chico normal, una víctima perfecta para su sed de sangre. Y por el otro, Tyler Lockwood. El mejor amigo de Matt, en el que nunca se había fijado. Un licántropo con el que no tiene por qué tener secretos... ¿qué hacer?

Con todo, la situación en Mystic Falls va a comenzar a ponerse peliaguda. Un grupo de licántropos ha llegado al pueblo, entre ellos Jules McGuire. Todos ellos eran amigos de el mártir de guerra, Mason Lockwood, y todos y cada uno de ellos se encuentran sedientos de venganza. Por supuesto, tratarán de acercar a Tyler a su bando, y el joven Lockwood se verá obligado a escoger entre su raza... o Caroline.

Y por si fuera poco, aún hay más. Lejos del Estado de Virginia, en la recóndita ciudad irlandesa, Dublín, la primera familia de vampiros, los Rumsfeld, los Originales, están empezando a escuchar rumores acerca de la situación actual de la réplica de Petrova, la muchacha cuyo sacrificio podría romper la maldición del sol y la luna. Todavía no están seguros de que tales fuentes les estén diciendo la verdad, por lo que de momento continúan escondidos, al margen. Klaus continúa empeñado en querer acabar con la maldición sin ningún tipo de sacrificio, y todavía sigue investigando junto a Sophie Martin, la hermana menor de Luka Martin. Pero algunos de los vampiros de la familia están empezando a cuestionar las decisiones del líder, y se escucha que se está empezando a tramar una especie de complot, donde el mismísimo Elijah tiene mucho que ver.

Licántropos sedientos de venganza.
Vampiros que buscan caminar bajo el día.
Amores que podrían hacer tambalearse la situación.
Solo tú puedes decidir cómo terminará nuestra historia.